Seleccionar página

Para empezar te digo que tengo casa en Estepona, que mi mujer es de aquí y que mi relación con esta localidad malagueña se remonta a hace más de diez años. Eso no quita que, como cualquier otra tierra, Estepona tiene cosas que mejorar. Escribo este artículo porque cuando me mudé a este rincón del mundo me habría gustado conocerlo más en profundidad. Aquí tienes la oportunidad de saber de antemano todas esas cosas que podrían haber afectado a mi toma de decisión final.

En mi caso, ninguna razón de las expuestas es lo que los anglosajones llaman un ‘deal-breaker’ pero cada caso es distinto. Te invito a descubrir las 15 razones por las que Estepona no es un buen lugar para vivir, según las opiniones de 28 esteponeros. Las he ordenado de menos importante a más decisiva.

15- Hay pocas plazas de aparcamiento.

Pregunta a cualquier habitante de esta bonita localidad: encontrar aparcamiento en Estepona es realmente complicado. Si vas a la playa del Cristo, por ejemplo, tienes que optar por dejar tu coche en un descampado de arena y depende de la hora a la que vayas, tendrás que dejar el coche muy lejos del lugar en el que plantes tu sombrilla. Pero mucho peor es intentar aparcar cerca de la playa de la Rada. Hay un aparcamiento frente al edificio del nuevo ayuntamiento pero las plazas de parking son insuficientes y las colas para entrar (previo pago de 1 euro al día) son interminables. En el centro del pueblo, directamente está prohibido circular. Así que si pretendes usar el coche para desplazarte en Estepona, ármate de paciencia.

 

14- No tiene estación de tren.

Increíble, pero cierto. Estepona no tiene estación de tren, ni se la espera. Hace muchos años se había planificado una línea que llegase hasta aquí, pero lo que llegó a ser noticia en esa época ahora ni siquiera se menciona como posibilidad en los mítines políticos. Esta carencia, combinada con una red de transportes deficiente (el autobús no es ninguna maravilla) te obliga prácticamente a depender del coche. 

13- Todo se piensa para el turista.

Esta es una queja habitual entre los que viven en Estepona todo el año. Parece que todo lo que se plantea desde el ayuntamiento va destinado a mejorar la experiencia del visitante ocasional, o sea, del turista. Con la inauguración del nuevo paseo marítimo, por ejemplo, se suele criticar la pérdida de una de las arterias principales para facilitar la movilidad urbana con el único fin de que salga una foto bonita del litoral malagueño.

Orden de prioridad Estepona

Basta echar un vistazo a la web del ayuntamiento de Estepona para entender que el turismo es su única prioridad. 

Isabel B.

Esteponera

12- Falta de planificación urbanística.

El pueblo no para de crecer, pero las infraestructuras siguen siendo las mismas. En el parque de las mesas se han construido más de 500 viviendas pero nadie ha pensado en cómo se va a dotar la zona de servicios. Lo mismo ocurre con las urbanizaciones que proliferan en Estepona y alrededores. Cosas tan importantes como garantizar la accesibilidad, no son prioritarias. Pregunten a alguien que se mueva en silla de ruedas. 

11- Precio de la vivienda por las nubes.

Ladrillo, ladrillo y ladrillo. El coste de la vivienda en Estepona está en récord histórico. Según Idealista, el precio del metro cuadrado en el mes de agosto de 2022 alcanzó los 2.779 €, lo que supone un incremento de más de un 15% respecto al mismo mes del año anterior.     

Vivir en Estepona es caro

 

10- Obras interminables.

Un clásico de Estepona: empezar una obra y alargarla en el tiempo. Ha sucedido con cada nuevo edificio, siendo el teatro de Felipe VI un buen ejemplo (¡por fin se terminó!). El Paseo marítimo, el hospital o la segunda parte del mirador de la playa del Cristo siguen el mismo patrón. Se trata de dar la noticia y cortar una cinta inaugural. Lo que viene más tarde, da igual. De mantenimiento, ni hablamos. Eso sí, si quieres ver grúas, ven a Estepona.

9- Ruido en las zonas de ocio nocturno.

¡Si te gusta la música alta, estás de enhorabuena! Especialmente, en la zona del puerto el índice de contaminación acústica se dispara hasta altas horas de la madrugada. Pero eso no es lo peor. Zonas tan emblemáticas como la Plaza de las Flores, pasan de ser un remanso de paz por la mañana a acoger un concierto con música en vivo a todo volumen TODAS LAS NOCHES DE VERANO. 

8- Mercado laboral muy precario.

Muchos de los empleos que puedes encontrar en Estepona están relacionados o con la construcción o con la hostelería. Especialmente en la segunda, es habitual que se contrate por temporada, en función de la ocupación de los hoteles y eso hace que las condiciones sean muy duras y muy precarias al mismo tiempo. De ahí la cifra que nos ofrece el SIMA de contratos temporales: 17.592. Una barbaridad, especialmente si lo comparamos con los poco más de 2.000 contratos registrados indefinidos en 2021. 

Mercado laboral

7- Crecimiento sin control.

A priori, un incremento en el número de habitantes indica buena salud del municipio. Pero si este crecimiento no va acompañado de las infraestructuras y servicios adecuados produce problemas entre los habitantes de la población. Estepona supera los 70.000 habitantes, cuenta con más de 6.000 plazas hoteleras pero la biblioteca municipal sigue siendo la misma de siempre.

6- Los extranjeros están comprando el pueblo.

Nadie está en contra del turismo, al fin y al cabo, es una fuente importante de ingresos para la población. El problema surge cuando el centro de Estepona se convierte en un sinfín de segundas residencias de extranjeros que son los únicos que pueden permitirse pagar las casas matas características del pueblo. 

5- Un hospital a medias.

Si preguntas: ¿Estepona tiene hospital? La respuesta es sí. Lo que se llama un hospital de alta resolución. Aunque a la hora de la verdad eso se traduce en un hospital con muchos asteriscos. Porque no tiene Urgencias y para cualquier cosa te mandan a Marbella o a Málaga. A efectos prácticos, a día de hoy sólo se están prestando servicios de consultas externas y pruebas diagnósticas, como cualquier ambulatorio. 

4- Red de carreteras peligrosa.

La A-7 (Autovía del Mediterráneo) es la que suelen usar los habitantes de Estepona en la mayoría de desplazamientos. Es una carretera en la que hay que tener mucho cuidado. Se suele circular con tráfico denso y a no menos de 80 Km/h, lo que hace que las incorporaciones no sean fáciles. Menos aún si te toca salir de alguna de las que tiene poca visibilidad o que está en un cambio de rasante. Sí, las hay. De los dos tipos.

3- Autopista con precio desorbitado.

La AP-7 (la autopista de peaje) tiene dos caras. En invierno se usa poco y tiene un precio que no siendo barato se puede considerar razonable. Lo malo es cuando empieza el calor. El tramo de Estepona a Marbella, de apenas 34 km tiene un coste superior a los 8 euros. Mejor no calcular el precio por kilómetro…

 

2- Falta de mantenimiento forestal.

En los últimos años ha habido algunos incendios en el territorio. No quiero decir de ningún modo que estos incendios sean debidos a la falta de mantenimiento forestal, pero sin duda, un mejor mantenimiento de los cortafuegos y del bajobosque habría contribuido a facilitar la acción del equipo de bomberos. Estepona cuenta con una sierra única con una colonia de pinsapos sin igual y es una pena ver que no se le presta suficiente atención.

1- Servicio de transporte deficiente.

La red de autobuses que cubre los trayectos entre Estepona y los pueblos de alrededor está mal dimensionada. Hay pocos autobuses, que además no son precisamente nuevos, y los tiempos de espera en las paradas son interminables. Más de lo mismo en lo que se refiere a los autobuses urbanos. Ni siquiera es posible encontrar un plan de movilidad al que acogerse porque no hay bonos de transporte.

 

Conclusión:

Estepona, como cualquier otra localidad del mundo, tiene sus pros y sus contras. Hoy me he centrado en lo peor, pero sin duda, también tiene su parte buena (y muy buena). Si te apetece leer las cosas positivas, déjanos tu comentario.