Es curioso que cuando buscas en el diccionario de la Real Academia Española cómo se llama la persona natural de Ávila, la respuesta es el gentilicio “abulense”. Lo mismo para los bilbilitanos, los sevillanos, los oscenses o los canarios.
Sin embargo, si quieres saber cómo se llama a la persona natural de Estepona, “esteponero” no está en el Diccionario. Y de la posibilidad de que aparezca “culito mojao”, ni hablamos. Pero que no esté en la RAE, no significa que no exista. Lo mismo que las meigas, haberlas haylas, el esteponero existe. Otra cosa es que pueda pasar desapercibido… al menos, hasta que abre la boca.
Podemos decir sin miedo que “el esteponero”, además de ser una persona nacida en Estepona, es prácticamente otro idioma, con sus frases hechas, sus palabras propias y sus pronunciaciones imposibles para cualquier guiri (y por estos lares hay muchos). Aquí te dejo una pequeña colección de localismos imprescindibles para hablar el esteponero con propiedad.

Abecedario esteponero: localismos de Estepona y alrededores de a A a la Z.

Almóndiga

Seguimos sin ser muy amigos de la RAE. Almóndiga está en el diccionario desde 1726, pero al ser una variante antigua de “albóndiga” se desaconseja su uso. Es lo que se llama un vulgarismo.
Para un esteponero, ¿sabes cuál es la diferencia entre una almóndiga y una albóndiga? Pues que las almóndigas están más buenas.

 

Balumba

En el resto del planeta balumba significa o bien el bulto que hacen muchas cosas juntas o bien un conjunto desordenado y excesivo de cosas. En Estepona, la balumba se coge. Sería algo así como coger velocidad. Si vas en un coche de esos con pocos caballos de potencia y se acerca una cuesta pronunciada, el buen conductor esteponero coge balumba para no quedarse a media subida. Igualmente, cuando en los dibujos animados vemos a un personaje que agitando sus pies a toda velocidad sin moverse del sitio, a eso también se lo puede considerar como coger balumba.

Carlitos

Los carlitos son árboles perennes de la familia de las mirtáceas, que pueden alcanzar los cien metros de altura, con tronco derecho y flores amarillas. Si te suena mucho a lo que es un eucalipto, estás en lo correcto. En otras zonas de Andalucía también se conocen como calistros. 

Chorraera

Una chorraera es un tobogán de toda la vida. Deslizarse es chorrar o chorrarse. Los niños se tiran por la chorraera en el parque y los surfistas chorran olas en el mar. En Estepona hubo un tobogán especialmente famoso. Si te interesa la historia completa, aquí la tienes.

Durazno

El durazno y el melocotón son la misma cosa. Es una fruta pequeña de forma redondeada de color rojo y amarillo. Aunque hoy en día con tanta cámara frigorífica ya nada es como antes, el mejor momento para consumir esta fruta es en primavera y verano. Una curiosidad: aunque hoy se come en todo el mundo es originario de China.  

Esmayao

¿Sabes cuando estás con mucha mucha hambre y no puedes pensar en nada más? Cuando parece que mover un dedo es un esfuerzo sobrehumano… En ese momento es cuando estás esmayao. 

Farfullar

Para que nos entendamos: farfullar es hablar como Ozores, de forma ininteligible, demasiado rápido y atropelladamente.

Guarrito

Warrington es una ciudad en Inglaterra y también una marca de herramientas. Por alguna razón se popularizó esta marca en la Costa del Sol y los esteponeros, genios de la adaptación del lenguaje y de la pronunciación exquisita empezaron a llamar al taladro warrington, warrinto, guarrinto, y finalmente guarrito. Y yo que pensaba que se debía al hecho de que cuando haces una perforación en la pared con un taladro sale polvo por todos lados y todo queda muy guarrito…
Nota: no confundir con guarrazo, que eso es el porrazo que se da alguien al caer.

Hocicar 

Para algunos también «jocicar». En el resto del universo significa levantar la tierra con el hocico, lo que hacen los cerdos para buscar trufas, vaya. Pero en la provincia de Málaga hocicar es caer de boca. En función de lo grave que sea esa caída, lo siguiente es ir al dentista.

Inritación

Irritación, no tiene más secreto. Se dice que en Andalucía uno tiende a comerse los finales de las palabras, pero no siempre es así. En este caso, simplemente no nos gustaba escribir dos veces la misma letra y decidimos cambiar una r por una n. Y para más INRI, esta pequeña modificación ha sido adoptada por muchos esteponeros.

Jartá

Hartazgo de algo. «Me he reído una jartá». También se utiliza «pechá». «Vaya pechá de comer estas Navidades»
Nike

Nike (contiene la K)

Impoluto, limpio, perfecto. Se suele usar con frases del tipo: «Hoy he lavado el coche y ha quedado nike». También se usa «nikelao» con el mismo significado. Esta segunda acepción parece provenir de «niquelado»: aplicación de una superficie de níquel sobre un objeto con el fin de mejorar la resistencia a la corrosión.
Ya ves, nada que ver con la marca de zapatillas deportivas, ni con «just do it», ni na de ná.

Liquindoi

Estar al liquindoi significa estar atento a algo, concentrarse para no perder detalle. ¿Sabes de donde proviene esta expresión? Pues bien, en Estepona hay mucho turismo anglosajón y una forma usada en inglés para pedir a alguien que esté pendiente de algo es decirle «look and do it». De cómo se pasó de eso a «liquindoi» habrá que preguntarle a algún especialista en evolución del lenguaje… 

Misto

Así se llama a la cerilla. Según la RAE, también denominado «mixto» en su tercera acepción: cerilla, varilla con cabeza de fósforo. No confundir con el sándwich mixto: bocadillo de pan de molde con jamón cocido y una loncha de queso.
El Nota

(el) Nota 

Forma de referirse a alguien sin mencionar su nombre. Por ejemplo: «el nota iba en el autobús cuando ocurrió el accidente». Si recordáis la película El Gran Lebowski de los hermanos Coen, el personaje principal se llamaba «the Dude» que podría traducirse exactamente como «el Nota». El Nota, en este caso lo encarnaba Jeff Bridges. 

Orcilla

Una olla pequeña, especialmente la que se usa para hacer manteca colorá. Sería bueno aclarar también que la manteca colorá viene a ser manteca de cerdo con pimentón (de ahí el color anaranjado-rojo que le da nombre). En Andalucía se come habitualmente untada en una rebanada de pan.

El Pepe

Decir «que María haga lo que le dé la gana» es lo mismo que decir «que María haga lo que le salga del Pepe». El Pepe es la vagina, el coño, la vulva… sí, el «chochete» también. Los Mojínos Escozíos cantaban eso de «déjame que te acaricie el chow chow» pero claro, no eran de Estepona.  

Polígamo

O para ser más específico: polígamo industrial. Aunque parezca mentira, en Estepona lo de tener muchas parejas simultáneamente no se llama por su nombre. Si te dice un esteponero que se va a poner gasolina al polígamo porque sale más barata tienes que interpretar que se va a la gasolinera del polígono industrial. Porque esa es la poligamia de la que se habla (la otra, normalmente, tratan de ocultarla).
Quijá

Quijá

«Le ha dado un puñetazo y le ha roto la quijá», o lo que es lo mismo, le ha roto la mandíbula. Sabrás que la película Tiburón en inglés se titula «Jaws» (mandíbulas). Me imagino que cuando se estrenó Tiburón en Estepona, lo más adecuado habría sido traducirlo como «Quijá». Quijá sí, quijá no. Quién sabe si estoy equivocado. 

Rejuntar

Por una vez y sin que sirva de precedente, la RAE y el esteponero están de acuerdo en una definición. Rejuntar es simplemente «juntar», unir unas cosas con otras. «La Mari y el Juanito cortaron la semana pasada pero después de unos días solos se han dado cuenta de lo mucho que se quieren y se han rejuntao de nuevo»

Saborío

Persona antipática y desagradable en el trato. Este es un concepto que ha calado hondo entre los esteponeros, hasta el punto que hay un bar cuyo nombre no voy a desvelar (pero que cualquier autóctono conoce) al que se llama popularmente «El Saborío», por la fama ganada a pulso de quien lo regenta. De hecho no voy a revelar el nombre porque de tanto llamarle «El Saborío» se me ha olvidado lo que reza el cartel del local. Una pista: está en la Plaza Jua… Val…

Torrija

Despiste o atontamiento. Decir que alguien lleva una torrija puede aplicarse también a quien ha bebido demasiado y que se muestra medio atontado o lento. Si quedas con tus amigos y no recuerdas donde, si aparcas el coche en el parking de un centro comercial y no lo encuentras o si simplemente se te olvida el día de tu cumpleaños, clarísimamente «llevas una buena torrija encima».

Ustedes

En Estepona (y en Málaga en general) se usa el pronombre ustedes en lugar de vosotros, especialmente para referirse a colegas y amigos. Inportante: cambia la palabra, pero se conjuga igual. Por ejemplo: ¿ustedes iréis a la playa? Y jamás ¿ustedes irán a la playa?
Volaor

Volaores

El pez volador o “los volaores” como se les llama habitualmente, es una especie que prolifera en muchas aguas alrededor del mundo. Tal como indica su nombre son capaces de volar. Hay quien dice que lo que hacen es planear, pero quienes los hemos visto en directo a eso le llamamos volar. Bajo el agua son capaces de alcanzar grandes velocidades (cercanas a los 60 km/h) y aprovechando la potencia de sus aletas pectorales y su cola salen a la superficie elevándose más de un metro de altura sobre el nivel del mar. Batiendo sus alas y cola mantienen el vuelo más de 200 metros.
El volaor, además de ser muy apreciado por su gracilidad y espectacular movimiento también tiene un lugar importante en la cocina de tradición pescadora y se utiliza para elaborar una salazón muy apreciada.

¿Cómo se preparan los volaores?

Todo empieza con la llegada de los barcos al puerto.
1- Apenas han descargado el pescado, el volaor se descabeza, se descama y se le quitan las vísceras. Como resultado sólo queda el cuerpo unido a la espina central.
2- Posteriormente se eliminan los restos de sangre enjuagándolos con agua dulce.
3- Una vez completado el proceso, las piezas, perfectamente limpias, se meten en sal y se dejan reposar toda la noche.
4- A la mañana siguiente se limpian de nuevo eliminando toda la sal.
5- Para secarlos, se cuelgan en cordeles al aire libre para que les dé el sol.
6- Entre 3 y 5 días después, el volaor estará perfectamente curado y listo para su consumo.
Washingtona

Washintona

Así se conoce a la variedad de manzana Washington, también llamada Cosmic Crisp por tener sobre su piel puntitos amarillos que recuerdan los destellos de una estrella sobre un firmamento rojo. Por lo visto, las nueces vienen de California y las manzanas rojas, de Washington. 

Xampó

Este es uno de esos casos donde se podría escribir la misma palabra de tantas maneras que uno acaba por no saber a qué atenerse. Liang Shan Po, Lian Champó o Lian Xampó… Todas estas denominaciones hacen referencia a uno de los barrios tradicionalmente más conflictivos de Estepona. Como ocurre con el Bronx, nada es lo que era tiempo atrás y hoy en día de aquella zona peligrosa queda apenas el nombre (y ni siquiera eso está claro).

¿Qué significa Liang Shan Po?

En 1978 no había mucho en televisión. Fue en aquel año en el que se emitió por primera vez una serie japonesa llamada La Frontera Azul. La trama transcurría en China en las postrimerías de los tiempos de la dinastía Sung. Liang Shan Po, en esa serie, era el lugar donde se refugiaban los guerreros proscritos que luchaban contra los opresores. Curiosamente, ese lugar de ficción fue adaptado y dio nombre a algunos barrios y localidades del país: San Bernabé (Algeciras), Adra (Almería) y por supuesto, Estepona.

 

Yampo

Yampo

Podemos destacar dos acepciones de este localismo esteponero. Por un lado, un yampo es lo que en el resto de España se conoce como un relámpago. También se oye la expresión «pasar como un yampo» refiriéndose a alguien que ha pasado a toda velocidad.

Zamacuco

Desmayo, lipotimia o infarto. Esos son los tres significados principales a los que hace referencia el esteponero cuando te cuenta que a alguien «le ha dado un zamacuco». Nada que ver con lo que recoge el diccionario en cualquiera de sus acepciones: persona tonta, persona que se hace la tonta o borrachera.

Diccionario de localismos andaluces

Esto sólo es una pequeña muestra de la riqueza del vocabulario esteponero. Si te ha sabido a poco, te invito a que visites la recopilación de Teo F. Atienza. Y si echas de menos alguna palabra, para eso está la sección de comentarios.