Querido lector,
Como lo prometido es deuda y ya adelantábamos en otros posts, hoy vamos a darte opciones de remojo cuando no se pueda ir a la playa. Ya sabes (y si no te lo cuento) que, pese a nuestros fabulosos 22 kilómetros de playa, no siempre vamos a poder disfrutar de ellas.
Motivos principales que nos impiden disfrutar de la playa en Estepona:
1. Medusas
La contaminación, el calentamiento del agua y la sobrepesca hacen que estos animalitos tan urticantes vengan a visitarnos más de lo que desearíamos. Sabrás si hay medusas en la playa porque ondeará la bandera que indica su presencia.
Una picadura de medusa puede arruinarte el día de playa. Si eso ocurre, ve al puesto de socorro más cercano y allí te ayudarán a aliviar el dolor. No obstante, si eres previsor, mi consejo es que consultes esta aplicación. Así sabrás a qué atenerte cuando vayas a la playa.
2. Algas
Estas no pican, pero si eres de los que les desagrada encontrar cosas flotantes, tampoco podrás disfrutar del día. Hace años que venimos sufriendo una plaga de alga asiática. Ojalá el único problema que causara fuera el deterioro de nuestras playas, pero desgraciadamente está perjudicando seriamente el ecosistema marino del Mediterráneo.
3. Levante o Poniente
Así es, dependiendo del viento que sople, podrás ir a la playa o no. Pero en esteponeros.com tienes un post donde te explicamos cómo saber qué viento es el bueno y cuál es el malo. ¡Este no te lo puedes perder!
Por favor, avísanos si tienes alguna otra pregunta. Estamos aquí para ayudarte.
Los ríos de Estepona
Antes de entrar a contaros que hacer cuando el calor aprieta y lo de ir a la playa no es viable, os voy a contar un poquito sobre los ríos de nuestro pueblo. Debido a las características geológicas de Sierra Bermeja y a la naturaleza impermeable de sus rocas, las peridotitas, nuestro municipio tiene mucha agua en superficie que da como resultado un numeroso conjunto de pequeños ríos y arroyos.
En las zonas situadas a más altitud propicia la aparición de cuantiosas cascadas y saltos de agua que se activan en los meses más lluviosos, que por desgracia cada año son menos frecuentes. La altitud de Sierra Bermeja y su cercanía al mar, hacen que los cauces sean cortos y de poco caudal, eso sí, si tenemos una buena tormenta, verás como se vuelven bravos y torrenciales, así que no te fíes.
De Oeste a Este estos son algunos de los ríos de este municipio, muchos de ellos protegidos debido a su importancia ambiental, en muchos de los casos por la Red Natura 2000 como Zonas de Especial Conservación (ZEC):
- Arroyo Vaquero
- Arroyo En medio
- Arroyo del infierno
- Arroyo de Guadalobón
- Arroyo Pantoja
- Río Monterroso
- Río Calancha- Calanchilla
- Río de la Cala
- Arroyo Abrón
- Río Padrón
- Río Castor
- Río Velerín
- Río Guadalmansa
Aunque Estepona tiene corazón Mediterráneo su alma es Atlántica, eso sumado a nuestra peculiar montaña, hace que su régimen de lluvias permita que la mayoría de estos ríos conserven caudal incluso durante el verano, aunque el intenso aprovechamiento de las aguas para riegos hace que sus tramos bajos estén secos la mayor parte del año.
Bueno, vamos a lo que vamos…
Estas son las 7 mejores charcas de Estepona y alrededores.
1- LA CHARCA DE LAS NUTRIAS
Estas son una de las pozas más destacadas y conocidas de este municipio costasoleño. El rio Castor, protegido a nivel europeo entre otras cosas, por la calidad de sus aguas y el especial morador de las mismas, la nutria, es el encargado de regalarnos estas piscinas naturales de las que disfrutar en los calurosos días de poniente.
¿CÓMO ACCEDEMOS A LA CHARCA DE LAS NUTRIAS?
Tomaremos la salida 160 de la CN-340 para coger el camino de la Alberdina, que es un camino asfaltado, con una zona final de camino de tierra, que lleva hasta una zona de aparcamientos en la a la entrada del Parque Cultural Camino del Castor.
Debes tener en cuenta que no se puede acceder a la zona de la charca en coche, debido al riesgo de incendios. Por lo tanto, tendrás que recorrer unos 3 km para llegar al lecho del río. Te recomiendo, por tanto, que no lo hagas en horas muy calurosas, porque pese a que el camino es bastante cómodo sin muchas cuestas, si vas con niños el calor os puede jugar una mala pasada.
Otra opción es dejar tu vehículo en la Estación de servicio del Castor, para ello tendrás que coger la autopista AP-7 dirección Málaga. El inconveniente es que a la vuelta tendrás que pagar el peaje, y creedme que en verano en la Costa del sol la autopista se convierte en todo un artículo de lujo.
Al final del camino encontraremos una cancela que da acceso a la una finca privada. Cogeremos el sendero que sale a la derecha para llegar el cauce del río.
A unos 500 metros encontraremos la primera poza donde darnos el primer chapuzón. Una vez recuperados del esfuerzo del camino, continuaremos río arriba entre saltos de agua, renacuajos y anfibios para llegar a la Poza del Peñón y a unos pocos metros gozaremos de las aguas cristalinas del conocido como “Charco Rectangular”, que nos hará disfrutar con su pequeña cascada.
Y ahora viene lo mejor, la más espectacular y conocida de las pozas del Río del Castor: la Charca de las Nutrias. Toca pasar un rato divertido, porque tanto como si quieres seguir investigando y escalando por el cauce del río, como si no, es hora de darse un refrescante baño y disfrutar de las maravillas que nos regala la naturaleza.
2- CHARCA DE LA EXTRANJERA
Pues ahora toca disfrutar de otros de los ríos más importantes de Estepona: el río Padrón. En él podremos disfrutar de otro espacio natural donde sofocar el calor del verano: la Charca de la Extranjera. Esta charca es accesible en coche por lo que podrás ir con los más pequeños de la familia sin problema.
¿COMO ACCEDEMOS A LA CHARCA A LA CHARCA DE LA EXTRANJERA?
Tomaremos la autovía del Mediterráneo (A-7) tomando la salida 1065 en dirección hacia la Escuela de Arte Ecuestre de Estepona, sentido Algeciras. Una vez tomada la salida desembocaremos en el camino Montesol, que transcurre paralelo al río Padrón. Habrá que seguir por el mismo durante unos 6 km. Tras este recorrido, el carril se vuelve terrizo y un ramal desciende hacia la ribera del río. Unos metros más adelante encontraremos una explanada donde dejar el coche.
Cogeremos el cauce del río en dirección a su nacimiento y a unos 300 metros aproximados encontraremos la Charca de la Extranjera. Este recorrido se afronta con poca dificultad, no cubre el agua en ningún momento, y con cierta habilidad se puede avanzar saltando de piedra en piedra jugando a ser una rana.
Nos sorprenderá el entorno rocoso y sus aguas verdes. Eso sí, no esperes una charca de grandes dimensiones, pues además de ser medianita el agua solo cubre en su zona central. Si vas a saltar asegúrate de que las lluvias del invierno no hayan puesto alguna piedra maliciosa en el fondo que amargue tu día de remojo.
3- CHARCA ARROYO DEL INFIERNO
Para encontrar este arroyo que crea unas pozas pequeñitas pero refrescantes y que pueden ser toda una aventura para la familia, tendremos que coger el Camino de Casares hacia el Parque de los Pedregales. Una vez allí, continuaremos en coche hasta pasar los Dólmenes de Corominas y a la izquierda encontraremos el camino que nos lleva hasta el arroyo. El cañón del Arroyo del Infierno, nos dará diferentes charcas con pequeñas cascadas, aunque estemos en pleno mes de agosto.
Cuando se acabe el camino, aparcad el coche que comienza la aventura. Tan aventura es que a partir de aquí no habrá ruta que seguir. El camino lo marca el propio cauce del rio, así que sin miedo y con valentía sigue el curso dirección hacia la montaña. Es un camino con piedras, que si bien es verdad que no es un sendero cómodo, su dificultad es bastante asequible.
Si después de darte unos bañitos y cansarte de subir y bajar piedras te quedan ganas de más planes, aquí te dejo lo que el Parque de los Pedregales te puede ofrecer.
CHARCAS CERCANAS A ESTEPONA
Si estas tres propuestas se te han quedado cortas porque lo tuyo no es la playa, te damos otras alternativas bien cerquita de Estepona.
4- BAÑOS DE LA HEDIONDA
Situados en el vecino pueblo de Casares, a unos 22 minutos Estepona, encontraréis una auténtica maravilla natural e histórica. Se trata de unos baños sulfurosos. Sí, no te asustes al llegar: huelen a “auténticos huevos podridos”. Su origen cuenta con multitud de leyendas que intentan explicar su existencia; desde leyendas mágicas que aseguran que el olor a azufre se debe al último suspiro del diablo al ser expulsado de la tierra, hasta la más popular que reza que en el año 61 a. C. las tropas romanas se encontrarían descansando en aquella zona, preparándose para entrar en batalla con las de Pompeyo y encontrándose las mismas infectadas de sarna, encontraron sanación en sus aguas. Incluso se dice que el propio Julio Cesar se curó de herpes y mandó construir los baños que hoy se conservan.
Lo que está claro y la historia, real o no, nos demuestra es que las aguas de los Baños de la Hedionda tienen propiedades curativas para la piel. El recinto del balneario, si bien sus inicios fueron romanos, en su captación y adaptación al uso de la fuente, fueron los árabes quien a través de sus remodelaciones hicieron posible mantener el caudal independientemente de la época del año. Además, a partir del año 2016 estos baños cuentan con piscinas naturales para disfrutar aún más del entorno.
Para no perderte esta maravilla de la naturaleza y darte además un buen baño de barro que te dejará el cutis de un veintañer@, debes realizar una reserva que te permitirá acceder a los baños en hora punta, establecidas de 12.00 a 19.00 desde el 2 de julio hasta el 9 de septiembre.
Estas reservas son gratuitas y se pueden realizar a partir de los siguientes enlaces:
Más información en la Oficina de Turismo de la Casa Natal de Blas Infante (Tfno. 952895521) y en el punto de información turística habilitado en la zona de los Baños.
5- CHARCA DE LA PALOMA Y CHARCA DEL INFIERNO
Si una vez hemos visitado los baños nos quedamos con ganas de más, cerquita tenéis la Charca de la Paloma y del Infierno, aproximadamente a 1.5 km, bañadas por las aguas del río Manilva y a unos 25 minutos de Estepona. Es probable debido a la escasez de lluvia y el mal uso de la misma que en pleno verano encontréis poca agua en ellas, pero el paisaje es sensacional.
Una vez hemos aparcado el coche en el lugar habilitado para los Baños de la Hedionda, seguimos en paralelo la río Manilva por la traza del PR-A 162 (Ruta de los Molinos Casares-Manilva). Cuando el sendero gira a la derecha, continuaremos el recorrido por el cauce para encontramos primero el precioso Charco de la Paloma, inconfundible por su preciosa acequia tallada en la pared rocosa.
Unos 100 metros más arriba, donde el camino se complica un poco y habrá que jugar a los escaladores sorteando numerosos bloques de piedra, nos encontremos nuestro siguiente objetivo: el Charco del Infierno.
No son pozas muy profundas así que evita los saltos ¡si no quieres fastidiarte el resto del verano!
6- CHARCO REDONDO
Ahora nos mudamos al vecino pueblo de Jubrique situado a unos 55 minutos de Estepona. Es un trayecto más que recomendable. Situado entre Algatocín y Jubrique el río Genal nos ofrece numerosas charcas a su paso. Entre ellas la más popular es la conocida como Charco Redondo, una auténtica playa interior.
Su acceso es muy cómodo, ya que se encuentra a unos pasos del Puente de San Juan. Cerca esta la venta con el mismo nombre que el puente, por si nos apetece darnos una comilona tras el baño. También hay dos campings cercanos por si nos ha pillado de repente la noche y queremos un plan diferente. Es un lugar bastante concurrido en la época estival donde tendrás que tener suerte para poder dejar el coche.
Si eres de los que prefieres tranquilidad río arriba te espera el Charco Estrecho, de menores dimensiones, pero ideal para darte un baño en un lugar menos concurrido.
7- CHARCA DE LAS MOZAS
Benahavís nos sorprende con las angosturas del río Guadalmina, dando lugar a la Charca de las Mozas, una de las más populares de la Costa del Sol y tan solo a 22 minutos en coche desde Estepona.
Tiene fácil acceso a través de la carretera de Benahavís, la A-7175, a la altura del Km 6.2. Lo más sencillo es que aparques el coche en el pueblo, en su zona baja, y vayas por el sendero lateral hasta desviarte por un camino terrizo que te llevará a la poza. Pero si lo que queréis es disfrutar de la naturaleza y un cortito paseo de 1.5 km, dejad vuestro vehículo en la ermita de Nuestra Señora del Rosario y continuad por el fabuloso sendero de las Angosturas, el cual discurre paralelo al río y junto a la carretera.
Esta poza es de bastante profundidad así que podréis disfrutar de los saltos que queráis, siempre extremando las precauciones. Te garantizamos un día espectacular con la familia o los amigos.
Espero querido lector que disfrutes de las maravillas que nos ofrece la naturaleza, siempre bajo el prisma del respeto, la ilusión de la infancia y las ganas de vivir ¡que nos da el verano! Me despido con una frase de Hermann Hesse: «En silencio escuchaban el susurro del agua, que para ellos ya no era la corriente, sino la voz de la vida, de la existencia, de lo que siempre será».
